Gime, bandoneón, grave y rezongón en la nocturna verbena. En mi corazón tu gangoso son hace más honda mi pena. Enrique Cadícamo
Su adiós fue en el treinta y nueve
y nunca se volvió a hacer
es difícil de creer
es noticia que conmueve
El motivo del secreto
el silencio irreverente
ignorado por la gente
no lo prohibió algún decreto
Ausencia de vocación
travesura del mercado
sólo un recuerdo pasado
el arte del bandoneón
Pero nunca estuvo ausente
con el tango y sus matices
y porteñas sus raíces
rezongo siempre presente
Publicado por primera vez el Domingo, 05 de noviembre de 2006