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Mujer sola |
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La boca perdió su rojo, su carmín, su colorado, tiesa y deseosa, paciente y ansiosa, musa inspiradora del incipiente que ve en ella, extasiosa fuente cuan más sola, más hermosa razón de cualquier pecado. Y qué desperdicio ese cuerpo abandonado y esa curva llama al observador silenciosa de tan exquisita, sugerente pero el cuerpo+alma solitario calor no siente, para que la perfección huérfana mimosa, niña inocente atada al pasado. Miserables los ojos sin dueño enamorado, mirada vacía, realidad desastrosa, faros en la oscuridad omnipresente, victimas del amor ausente sólo la lágrima es valiosa, compañera del corazón varado. Bárbara Rant
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