En tu admòfera romàntica...
tu metamorfosis, se confunde
con el hastìo..., de tu
perplejidad inerte .
Tus reclamos silenziosos,
son latidos... como el
radar de un murcièlago, que
vuela riendo contento
hacia su vìctima .
Tu creatividad invisible,
toca... las neuronas de
mi pensar, haciendo un
cortocicuito en mi razòn .
Tu libertad aprisionada...
entra en el remolino,
oculto de tu pasiòn
convirtièndose en un
espìrito, amorfo y con vida .
Tu danzar murmurador...
llega hacia mi ego, tocando
ritmos sonoros afònicos,
perturbando mi calma .
Tu inspiraciòn tardìa...
se sucumbe, en la ventosa
que se tragò al Titanic...
junto al frìo polar .
Tu peztañeo quebradizo...
rompe el ìris, que trata
de mirar mi alma, porque
es pura y angelical .
Tu suspiro se adhiere...
a la concavidad elàstica,
que se oprime... en el
atardecer lunar de la
inexistencia .
Tu susurro escandaloso...
mimetizan los movimientos
àgiles de mi sombra,
tocando su vacìo .
El horror de tu angustia,
es tropezar con la verdad
impalpable de mi misterio,
oculta en la nebulosa
penumbra de mi paz .
La perpendicularidad de tu
horizonte... encuentra la
arena sutìl del descontento,
junto a la nube de tu
desilusiòn .
Tus suspiros absorven...
las basuras minùsculas y
distorsionadas... de un
orgasmo existencial .
Tu magnetismo... insatisfecho
entra en conflicto, marcando
siempre el lado equivocado,
al tratar de ubicar, los
extremos ordenados de mi
mente .
Bolìvar Isidoro Alava Mayorga