Tanta alegria que emana de sus ojitos negros
ese cuerpecito tan fragil, tan sutil
Sus rizos negros tan oprofundos como la noche
y la energia de quien empieza a vivir
ese caminar constante de quien quiere caminar solo
cuando balbucea y grita y llora sin parar
da vueltas y vueltas tira cosas, las pelea y las cuida
y esa paz que transmite cuando duerme a mi lado
me parece un angel de luz y bendiciones
Me hace olvidar el mundo de penubras en el que estoy viviendo
ese dolor que me invade en el alma
volteo y veo a mi preciosa y todo todo me parece hermoso
la amo tanto y es tan chiquita su nombre, su nombre es Kenia
Olga Lidia Nucamendi Vazquez