Me encontraste un dia
Solitaria, a la vera del camino
Y tendiste tu mano con osadia,
Invitante, para juntos
Establecer un destino.
Con paso vacilante,
Por momentos,
Tú sigues adelante,
Empujando tus reservas
Y mis miedos,
Desafiando al desatino.
Firme y entero
Cuando dices te quiero,
Sembrándome sonrisas
Que bailan con el viento
Y que son el alimento
En el incierto sendero.
Gentil, cariñoso y austero
Me convocas sin miedos
Del amor al juego.
Me descubres, me acunas,
Me enojas, me inquietas,
Me acaricias, me besas,
Sobre ti me elevas,
Y en un toma y daca
Me convidas las brevas
De tus sentires del alma.
Me acaricias en la calma,
Me provocas en la tormenta,
Me esperas si hace falta,
Y conmigo vuelas
Acortando las distancias.
Con mirada tierna y atenta
Cuando pierdo el camino,
Con palabra decidida y abierta
Cuando tu lo has perdido,
Que me dice espera, compañera
También yo tengo miedo.
Y ahí vamos entre risas y llantos
Y esmeros, con el alma a la intemperie
Fresca de rocío en las mañanas,
De cuerpo ardiendo bajo el sol
De mi cálido verano,
Al abrigo del sueño de ser juntos
En las noches de tu invierno.
***
Me he preguntado hoy al despertar,
El porqué de mi querer
Y me he dicho que el amor
Nada tiene que explicar,
Nace y se da,
No tiene razones para su anhelo.
Sin embargo, entonces, indagarte quiero…
¿Porque tantas razones veo,
donde tu pié va dejando huella
justo junto a las mias, en nuestro sendero?
Mi corazón lo sabe, lo presiente,
lo agracede...
pero ensayo una respuesta
porque razones pide la mente…
Será, quizá, simplemente
porque también tú me estas queriendo,
mi dulce caminante.
olivia bilbao