No hay un segundo en el presente
en que se desmaye la nostalgia
ni arenas en la boca
que perfumadas o dolientes
vengan a dictarle oficio de mudez
a los gemidos.
No aterriza ninguna alegria
en estos tiempos
de perdida juventud
ni ligeras piernas
como para huir de los recuerdos
que siempre alcanzan
a capturar nuestras espaldas.
Mario Said Silvera