No quiero refugiarme en ti pero te evoco,
no quiero que seas alivio de mis penas,
no quiero ser el juez que te condena
ni el verdugo de mi amor tampoco.
No eres calor del fuego que provoco?
y no la senda para guiar mis pasos?,
no sientes que tu piel acaso
tiene necesidad de ser lo que yo toco?
Me desprecio mortal que sufre y sueña,
maldigo a viva voz mi triste suerte,
muero por tí y al par vivo al quererte
pues de mi sangre y amor te siento dueña.
Deambulo por doquier solo y perdido,
siento la paz tan solo al recordarte
y el recordarte me trae lo que tu has sido
Pues por mucho que trato de olvidarte
no puedo dejarte en el olvido
y si recuerdo que mas aprendí a amarte.
Eduardo Daniel MALDONADO