Abriré mis manos planas al desierto,
Y soltaré amarras en tu puerto,
Para cuando el cielo despeje las tormentas
Y el hastío genere nuevos vientos.
Abriré mis manos tendidas contra el tiempo
Y meceré tus horas en el templo,
Cuando tus rezos me pidan desangrarme
Y recorrer los restos de tu aliento.
Abriré mis manos entumidas de sueños
Y bordearé tus lados, tus cimientos
Cuando creas haber logrado lo imposible
Seré la cima, el culminar, los desencuentros.
Sólo cerraré mis manos si pretendes:
Que desmarañe mi sentir viviendo libre,
Cuando el esclavo más fuerte y rebelde se distancie
De quien desea someterse a lo invisible.
Sólo cerraré mis manos si descubres:
Al ser congruente que amilana sus venturas
Cuando el pánico desata el descobijo
De quién desea ser presa, cadena y tortura.
Abre tus manos, amarra mi puerto,
Despeja mis nubes, soporta mis vientos,
Tiende mis horas, mece mis rezos
Bebe mi aliento, cumple mis sueños
Logra lo posible: sé mi cima y mi encuentro
NORMA JUANA DONOSO