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Poemas y poesías de
amor, la vida, la muerte
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Quise llamarte |
| Quise llamarte, pero mi
pensamiento de mujer no me dejo, ella, como una suplica me dijo... No me lo
quites, deja que lo siga pensando. Esta bien, respondí, pero hagamos un trato. No fabriques más la duda cuando lo estas añorando. Ni me cuentes que en su boca le viste aparecer, un elegante mago lanzando flores de papel. Tranquila conciencia, me contesto, que por tenerlo a el, ya no seré mas esa loca libre que conoces, capaz de llenarte de vergüenza cuando digo lo que me viene en gana. Ya veras como atajo toda la libertad alegre y desnuda de mi pensamiento. Para entregarla a los pies de nuestro amado en un cofre lleno de espejos de colores. Donde el pueda tomar a su antojo, el reflejo que más le guste de nosotras. Pues somos más parecidas que diferentes. Tras la estela de tu voz atascada en mi memoria, van las dos enamoradas andariegas de mi mente. Una, mi pensamiento, te busca sin parar de danzar su locura de ti, muy cerca, mi conciencia, navega cadenciosa el disimulo de su euforia, escudada en la cordura. Pobres tontas sin tregua fraterna que hacen de mi una tonta mayor con su inútil esgrima de emociones. Van al encuentro de un destino de lagrima, camino de espera, con paradas de lejanía, cada vez mas distantes de lo que estas ahora. María Domínguez |
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